Hansi Flick ha logrado adaptar naturalezas futbolísticas a perfiles que no encajaban automáticamente. Ha potenciado las mejores versiones individuales, incluso en roles no ideales. No fue el caso de Raphinha, donde todo fluyó desde la posición de extremo izquierdo con mucha libertad hacia el interior.
Tampoco lo fue con Pedri, quien encajó perfectamente como director de orquesta desde la segunda línea del mediocampo. Aunque sus condiciones lo hacían tentador para jugar como mediapunta y dar el pase definitivo, Flick lo prefirió como metrónomo. Tanto Raphinha como Pedri vieron cómo sus hábitos coincidían con las exigencias de su rol.
Es crucial que el espacio que el técnico da para desarrollar características individuales tenga respuesta en el compromiso con las demandas del puesto. Por eso, es vital que casos como Dani Olmo como falso nueve o De Jong como mediocentro asuman esta responsabilidad. La lesión de Lewandowski abre la puerta a más minutos de Olmo como falso nueve, una fórmula que apasiona a Flick. Olmo, ex-delantero en las categorías inferiores del Barça, debe añadir movimientos de punta a su repertorio, como sus diagonales tras los centrales del Celta o su habilidad para proteger el balón en el penalti que selló la remontada. Habrá situaciones que lo exigirán.
El rol de mediocentro es aún más evidente. Bernal y Casadó cumplieron con un perfil más posicional y defensivo. De Jong, en cambio, desafiando lo ortodoxo, moldeó su puesto a medida, compensando sus limitaciones en una posición que exige rigor táctico. Con balón, elevó el nivel; sin él, brilló ante el Dortmund en casa, siendo clave en la presión, vigilancias y coberturas. Sin embargo, olvidó esas virtudes contra el Celta al emparejarse con Borja Iglesias, un error que costó al Barça. Hay exigencias que no admiten fallos.
El milagro noruego
Por primera vez en la historia, un club noruego llega a una semifinal europea: el Bodo/Glimt en la Europa League, que eliminó a la Lazio en penaltis. Un equipo del Círculo Polar Ártico que creció sin grandes fichajes ni inversores. En un estadio de 8.000 espectadores, ya había goleado 6-1 a la Roma de Mourinho hace tres temporadas. Con una plantilla casi totalmente noruega, un portero ruso y un delantero danés, jugará contra el Tottenham con el sueño de llegar a la final en San Mamés. Su estrella es Jens Petter Hauge, quien tras pasar sin éxito por el Milan, Eintracht y Gante, regresó a casa para vivir este milagro del fútbol moderno. Veremos cómo termina la historia.
Ziad es un experto en fútbol y analista deportivo, especializado en noticias, estadísticas y tácticas del juego. Es un entusiasta de la tecnología y la innovación, y le encanta compartir sus conocimientos con la comunidad. Le apasiona el fútbol y disfruta de la oportunidad de escribir sobre su deporte favorito.